Un match point que Carlos Alcaraz (2º del ranking ATP) recordará para toda la vida, no solo por concederle un nuevo título de Roland Garros al vencer a Jannik Sinner (1º) por 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2) sino también por cómo luchó durante todo el encuentro al encontrarse contra las cuerdas y concluir una remontada de novela.
Luego de aquellos tres puntos de partidos salvados en el tercer set, todo fue en alza para el español. Su juego comenzó a mejorar para hacer del sueño italiano una verdadera pesadilla en una colmada Philippe Chatrier. Pero el broche de oro estuvo en el set decisivo, cuando ambos sacaron a relucir un tenis deluxe, en el cual tuvieron que llegar al super tie-break para poder sacarse diferencias. Allí pareciera ser que solo Alcaraz estuvo en cancha.
Sin darle un solo respiro al número uno del mundo, el pupilo de Juan Carlos Ferrero comenzó esa definición con un solo objetivo: defender el campeonato. Así lo hizo y de qué manera... Un vapuleante 7-0 de la nada para ya dejar prácticamente sin chance al nacido en San Candido de transformarse en apenas el tercer tenista de su país en levantar el trofeo de los mosqueteros.
Ya para el 9-2 final, Sinner salió con el propósito de atacar, acortar los puntos y no dejar que Alcaraz demuestre su juego. Pero aún así, el joven murciano, de 22 años, desenvolvió un espectacular passing shot para dejar sin respuestas a su rival en la red y caer sin fuerzas tras más de cinco horas de juego en el polvo parisino, el nuevo patio de su casa.
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